Higos, perdiz, raya y queso Mahón maridados en platos que invitan a descubrir las creaciones de los cocineros

Diez años ya y la Mostra de Cuina Menorquina es uno de los eventos que arrastra a más cocineros a estrujarse la cabeza buscando cómo meter productos locales dentro de sus menús. No es difícil. Y se vive por muchos como un reto para sorprender positivamente al comensal. Los objetivos que se marcan desde la organización siguen vigentes una década después y se ha notado una mejora del fondo; ahora se reconoce un tejido de restaurantes que tienen una oferta digna de conocer. Al mismo tiempo, se le da un apoyo a la economía local con producto de proximidad y de temporada, se ayuda al sector turístico a la desestacionalización. Sumamos ingredientes y nos salen unas jornadas que apetecen ser vividas.
A saber; dos menús a escoger por cada uno de los 29 restaurantes participantes. Un menú muestra a 20 euros y uno más elaborado con precio variable (no supera nunca los 65 euros) donde se sube el nivel de la calidad y de la originalidad.
Exquisita Menorca estuvo en la presentación de las jornadas en Sa Lliga del Puerto de Mahón y así fue el menú que se ofreció. Al inicio de la sobremesa una Sopa de tomate con esencia de ponzu, higos al natural y caballa soasada. Un poco ácido, pero para activar las papilas venía bien.

A continuación un Arrocito de perdiz tostada con col al pesto mojo. Se aleja de la típica perdiz con col (plato típico también en Menorca) pero como la cosa es sorprender, nos dejamos llevar.
Raya a la mantequilla negra con mayonesa de anchoa y alcaparrones. Agradecemos que la pieza principal no esté sepultada en salsas ni sabores fuertes, como así es. Nos duele un poco que la ortografía no haga un poco más de patria y ponga mahonesa en lugar de mayonesa, pero como no es algo que podamos achacar al cocinero, dejamos la crítica para quien corresponda.
De postre Tocinito de cielo con helado de queso D.O. Mahón. Conscientes de la dificultad de un postre así (por el tocinito) para que quede en su punto, puntuamos un aprobado. El helado de queso resulta suave al paladar, sin regustos en boca. Es fresco y no empalaga lo más mínimo, lo que también es de agradecer.
Acompañaron vinos Naia Verdejo de Rueda y Convento San Francisco Roble de Ribera del Duero. Buenas elecciones para cualquier menú. De nuevo no entendemos que no se apueste un poco más por los caldos propios, que los hay. Quizás entendemos que sí hay aún un recorrido de mejora para próximos menús o ediciones. Hay que escoger entre casi 30 propuestas osea que si los lectores quieren opinar o aportar sus propias críticas de los menús que prueben, lo agradeceremos sinceramente.
Puedes encontrar todos los menús aquí. Importante reservar antes de ir al restaurante.